La despenalización del aborto en el caso
de violación se ha convertido en un tema muy recurrente para las agendas de los
gobiernos latinoamericanos. El por qué se encuentra en el incremento de los
índices de muertes de las mujeres de los países de América Latina, puesto que
los abortos son realizados, en su mayoría, de forma clandestina.
En un artículo publicado por las Naciones
Unidas en el 2011, las cifras hablan por sí solas. El 97% de todos los países permiten
el aborto para salvar la vida de la mujer. Sólo un 3% de los países lo mantiene
completamente penalizado. Pero, lo más resaltante es que este 3% del que se
habla son países de América Latina y el Caribe.
En
este sentido, la Convención para la eliminación de todas las formas de
discriminación contra las mujeres (CEDAW) presenta reportes que buscan informar
el contexto
de los derechos humanos dentro de cada país, y verificar la información
entregada por el Estado sobre los derechos de las mujeres. De forma que este tema
se convertiría en una medida necesaria para la protección de sus derechos
humanos y de salud pública.
El Perú tiene la tasa más alta de denuncias por violación en
Sudamérica. Cifras indiciarias señalan que el 34% de niñas y adolescentes víctimas de una violación sexual resulta embarazada.
El 38,9% de las mujeres fue víctima de violencia física y sexual por parte de su esposo o conviviente. Todavía
dentro de esta situación el aborto por violación es ilegal; se castiga con
prisión tanto a las mujeres como a los médicos que incurran en esta práctica.
Argentina: el veto conservador
El país gaucho no es excepción en el debate en torno la
interrupción del embarazo por violación. El debate, en torno a la posibilidad
de que las mujeres víctimas de violación puedan interrumpir su embarazo, se
volvió a abrir después de que el Poder
Legislativo, atendió una sentencia de la Corte Suprema, aprobando el aborto en
esos casos. Esta sentencia fue dada bajo el contexto de una mujer violada en un
secuestro. No obstante, la norma fue vetada por el alcalde de Buenos Aires poco
tiempo después.
Chile:
Tan distantes en mil cosas pero cercanos en otras
El
país del sur es uno de los países más estrictos para el caso de la
despenalización. Se sigue castigando la
interrupción del embarazo en todos los casos. Durante 2012 el Senado chileno ha
rechazado tres proyectos de ley que buscaban reponer el aborto terapéutico,
suprimido en 1989. En Chile se permitió el aborto terapéutico hasta 1989
cuando fue abolido. La presidenta Michele Bachelet ha comenzado su gobierno
enarbolando las banderas de la despenalización del aborto terapéutico o en caso
de violación sexual.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario