En octubre de
2009 la polémica por la despenalización del aborto en casos de violación o de
malformaciones congénitas del feto llegó hasta el Congreso de la República. El
pleno del Congreso rechazó la iniciativa pero en la Comisión Revisora del
Código Penal, dirigida por el congresista Carlos Torres Caro, se aprobó el
debate.
Cinco años
después de que la posibilidad de despenalizar el aborto en casos de violación
quedara en el aire, Torres Caro recuerda que “esa fue una iniciativa liderada por feministas que consideran que el
derecho de la mujer está sobre el derecho del niño”. Su posición, dice, fue
siempre en contra de la propuesta.
Como Presidente
de la Comisión siempre se mantuvo en contra y reconoció que, frente al pedido,
fue la Iglesia Católica la que lideró la oposición a que se debata siquiera la
posibilidad de cambiar las leyes. Como en toda nuestra historia republicana el
poder político se ve influenciado directamente por el poder religioso.
Es interesante
que el ex Presidente de la Comisión considerara “la otra parte” a la Iglesia
Católica en un debate que debía ser netamente sobre los derechos de las
mujeres. Por otro lado, la congresista Rosa Mavila rescata justamente la
necesidad de separar al Estado de la Iglesia: “Como en todo lo que respecta a los derechos sexuales la Iglesia jugó
un rol muy fuerte en contra, los congresistas iban más con argumentos
religiosos y los que luchamos por los derechos constitucionales nos vimos
acorralados”.
Según versión de
Torres Caro fue el final de la legislatura lo que evitó que el debate
continuara y se llegara a un reglamento que permitiera que se despenalizara el
aborto por violación. Sin embargo, Rosa Mavila recuerda que faltó disposición
política y que grupos como el PPC dijeron abiertamente que nunca darían su
apoyo.
En un país que
se jacta de tener un Estado Laico parece poco coherente recordar precedentes
como estos pero son parte de la historia de una lucha por los derechos de las
mujeres.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario