Se
compra un periódico. Se abre en la sección de clasificados. Hay un sinfín de
anuncios de “Atraso Menstrual”. La sola idea se abre a partir de una simple
imagen. El aborto ha creado en el medio una industria poderosa. La difusión de obstetrices,
enfermeras y médicos que actúan al margen de la ley es una realidad, ilícitamente
se enriquecen lucrando con dicha práctica y con las necesidades de las mujeres.
El 13%, de las 600
mil muertes que se producen en relación con el embarazo a nivel mundial cada
año, según la Organización Mundial de la Salud, es una consecuencia directa del
aborto. Por cada mujer que muere por aborto mal practicado, hay 15 de ellas que
permanecen con secuelas.
La
clandestinidad que se aferra al aborto le da características de inseguridad,
explotación y deshumanización y sobre todo orilla a las mujeres de condiciones
más pobres practicarlo en condiciones insalubres que pone en riesgo su
integridad física. Los costos económicos para la mujer que se realiza un aborto
inseguro son altísimos. Sobre todo si consideramos que no solo hay que pagar
por el servicio que en su condición de clandestinidad resulta elevado, sino
también por los gastos que ocurren en la búsqueda del servicio. La
hospitalización a veces se torna prolongada por las complicaciones de estas
prácticas tan inseguras en lugares que carecen de limpieza, licencias y especialistas;
de la misma manera, la pérdida de días laborales y el alejamiento obligado de
su hogar que implica el abandono temporal de los hijos (si existen otros).
En
el Perú se produce un millón de embarazos al año aproximadamente. Dentro de los
cuales un tercio termina en aborto clandestino[1].
De los 630 mil nacimientos que ocurren y son registrados en la RENIEC[2],
se considera que la mitad es resultado de un embarazo no deseado. El aborto
ocupa el cuarto lugar en las causas de muerte materna (7%), según el Ministerio
de Salud.
No
obstante, algunos estudios del Instituto
Materno Perinatal (IMAPE) sostienen que dentro de las muertes por hemorragias e
infecciones se encuentran sub registradas muchas muertes por aborto. En
consecuencia, si existiera un buen registro de las muertes maternas, el aborto
ocuparía posiblemente el segundo o tercer lugar.
Las
tasas más elevadas de muerte materna por aborto se concentran en la selva y
sierra central. Delicia Ferrando comenta en su libro “El aborto clandestino en el Perú. Hechos y cifras” que el promedio
nacional de abortos es de 10 por 100 mil nacimientos. Dichas cifras, como las mencionadas,
son alarmantes y confirman de alguna manera la presencia de factores como
la limitada educación y el acceso a los
servicios básicos ayudan a la precocidad sexual y alta incidencia de embarazos
no deseados, especialmente en la región de la selva peruana.
Ecker
Greenne en su escrito “Abortion, health
and the law”, expresa que el aborto
seguro existe en los países desarrollados; sin embargo, donde es perseguido
solo existe la seguridad para las mujeres que tienen los medios económicos para
asistir a clínicas seguras. Las mujeres pobres seguirán acudiendo a un aborto
inseguro, con mayor riesgo de ser hospitalizadas maltratadas por el personal de
salud (si es que tienen algún conocimiento) y finalmente siendo víctimas de
persecución y extorsión por parte de la policía.
[1] Cfr. Flora Tristán, Centro de la mujer. El aborto: un problema social
y de Salud Pública. Lima, marzo 2004.
[2] Cfr. INEI, La mujer en el Perú. Agosto 1996.
por que debemos quitarle la vida a quien no tiene la culpa acaso esa vida decidio llegar a nustro mundo de aquella manera? pues no
ResponderBorrarLa decisión de una mujer respecto a su maternidad, después de una violación, es un asunto que no puede estar confinado por una ley que no entiende que el tamaño de esa agresión, la forma violenta en que se ejecutó, todo los niveles de daños que ha causado, hace que ese embarazo sea inviable en el cuerpo y en su psique de muchas mujeres; no lo pueden tolerar.
ResponderBorrarHabrá otras mujeres, que pese a la agresión, aecidirán seguir con sus embarazos. En caso sea así bienvenida la libre decisión.